miércoles, 23 de enero de 2013

Depredando

No sé si McTiernan es un dios en el género de la acción, solamente con la excelsa Jungla de Cristal y esta cinta del 87, bien podría serlo. Pero si no es Dios, no pasa absolutamente nada, se le pasa a la categoría de Mesías imperial del género y nos quedamos tan anchos. Arnold en estado puro, cachas, como nos gusta, pringosos todos los del cuerpo especializado y un ser sobrehumano, extraeterreste imperioso, cauteloso y peligroso, que a modo de vista subjetiva, y sin que nosotros sepamos cómo es el depredador hasta la recta final de la cinta, va cazando a sus presas. Ahí es donde la película se sustenta, en la incertidumbre del bicho, en la perfección de sus actos, cual Alien en el octavo pasajero y en la lejanía de la ciencia-ficción y el terror, para convertirse en cinta de acción al uso, pero sin desuso. Imprescindible.



Algunas fotos del set de rodaje de la película. Divertidas eh...



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