domingo, 30 de septiembre de 2012

Taken 1 y 2

En la mayoría de películas de acción, las licencias que se suelen tomar las cabezas pensantes que se encuentran detrás de estos proyectos son numerosas. Algunas cumplen y otras, obviamente no. No me gusta simplificar en demasía los gustos y sensaciones que tenemos tras ver las películas, pero tengo que decir, que cuando salí de la sala de ver Taken, en su día, salí totalmente satisfecho, sin la imperante necesidad de haber tirado el dinero. Venganza (Taken), una cinta de acción al uso, directa, con un presupuesto de 25 millones de $, y una recaudación de más de 225 millones en todo el mundo, con lo que el resultado fue inmejorable. Pierre Morel, elevado a los altares. Nos encontramos ante una cinta francesa realmente espectacular, visualmente impactante, contundente, con unas escenas de acción muy bien dirigidas camufladas por un trasfondo argumentativo previsible y ridículo por momentos, sobre todo por lo impasible del actor protagonista. Dicho argumento sirve de premisa, de desencadenante para todo lo demás y si eso sirve para cierto público y aficionado al cine de acción, no echará de menos nada más. ¿Es suficiente? Al menos para un servidor sí. Máxime cuando vemos a Liam Nelson en un fantástico estado de forma y repartiendo leña de la buena. Largometraje de acción que se hace corto y que te gustaría que hubiera seguido matando a gañanes de esa calaña. Esta primera parte personalmente me fascinó.

Cuatro años después, la factoría Besson presenta una secuela con los mismas bases y también con sus guionistas de la primera parte: Besson y Robert Mark Kamen y la familia Mills protagonizando la historia. En esta ocasión, la peli se aleja bastante de lo bueno que tenía la primera: unas buenas escensas de acción, un Liam Nesson muy activo, violencia directa y sin paliativos, etc. Nada de esto está en "Taken 2", Nesson está para el arrastre y Olivier Megaton no es Pierre Morel... es una pena.

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